La Quiropráctica es un cuidado, un servicio de toda la vida, para mantener equilibrado nuestro potencial innato, liberando la energía vital. Todas las personas, sin importar su condición, pueden recibir ajustes: recién nacidos, jóvenes, adultos, ancianos, embarazadas.
Quiropráctica y embarazo
El embarazo es el momento en la vida de la mujer en el que más se evidencia la increíble capacidad de adaptación del cuerpo humano.
Los cambios fisiológicos que acompañan al embarazo son asombrosos, su Inteligencia Innata crea un ambiente óptimo para el desarrollo del embrión. Esto se acompaña de cambios en el centro de gravedad de las mujeres, ya que el cuerpo debe equilibrarse y adaptarse al nuevo estado.
El organismo de la madre trabaja para dos seres, el de ella misma y el del bebé, por eso es fundamental que el sistema nervioso funcione al 100%, permaneciendo libre de interferencias.
El cuidado quiropráctico corrige las subluxaciones vertebrales que distorsionan los nervios, ayudando directamente al útero. De esta manera el bebé podrá recibir todo lo que necesita de su madre y colocarse correctamente para el momento del parto.
Para este periodo, el quiropráctico dispone de diferentes técnicas de ajuste que proporcionan una mayor comodidad y seguridad para la madre y el feto.
Acompañando el embarazo con cuidados quiroprácticos generamos partos más seguros, más sencillos. Más partos naturales. Ofreciendo mayor satisfacción, conciencia y presencia para la madre durante este maravilloso tiempo y menos estrés para el bebé.